Nací pastelero y me apasiona el trabajo que hago y a lo que me dedico desde hace más de veinticinco años. Entrar en el obrador me sigue pareciendo un reto y tener la oportunidad de aprender supone un estimulo, un motor. Por eso me dedico a la gastronomía. Esa exigencia de avanzar es pura motivación.
En nuestra casa valoramos la creatividad, la calidad, la excelencia y el trabajo en equipo. Cada día estamos abiertos a nuevas experiencias, a conocer a personas que suman talento, a trabajar y probar nuevos productos.
Nos gusta la creatividad y la innovación para diseñar un postre con texturas, un chocolate, un buen croissant o un panettone porque es tan complejo una cosa como la otra, y nos gusta hacerlo desde la máxima exigencia para ser fieles a la historia de una marca centenaria.
En La Duquesita hacemos una carta en la que se aprecia nuestra forma de entender la repostería y en la que hemos puesto horas, ganas y pasión. Es una carta de postres artesanos que evoluciona día a día.
Siempre he pensado que no debemos pararnos porque nuestro objetivo es sorprender y emocionar con alguno de nuestros postres. Entiendo la gastronomía como una emoción.
Oriol Balaguer